Blasina y Asociados, especial para El Observador –

Por un lado una demanda firme y, por otro, posibles demoras en la cosecha estadounidense le dieron sustento al precio de la soja durante la última semana.

Desde el jueves 15 hasta el martes 20 los futuros avanzaron, llegando hasta máximos en cerca de un mes, para luego caer el miércoles y terminar ayer prácticamente sin cambios.

El mercado está midiendo la incidencia que pueden tener lluvias que han sido excesivas en algunas regiones productoras clave que recién están comenzando la cosecha. Sin estas precipitaciones la presión negativa de los precios debería haber sido mayor teniendo en cuenta las perspectivas de una cosecha récord. Por ahora el mercado asume que las lluvias podrían generar retrasos en la cosecha y la logística y, quizá, sobre la calidad del grano pronto.

En tanto, los reportes sobre rendimientos obtenidos son muy altos y hay analistas que no descartan que puede ser incluso mayor que el proyectado por el USDA en su informe de octubre.

A este escenario se suma una demanda que se ha mantenido firme y un mercado de aceites vegetales al alza debido a un balance más ajustado de oferta y demanda.

Mientras observa lo que pasa en Estados Unidos, también se releva el inicio –todavía irregular– de la siembra en Brasil.

La evolución de los precios dependerá en el corto plazo de lo que suceda en las próximas semanas con el ritmo de cosecha y con las lluvias en Estados Unidos ya que las señales que haya desde América del Sur todavía son preliminares.

Referencia local

Mientras, en el mercado local las referencias llegaron a comienzos de semana en torno a US$ 360 por tonelada base acopio. Si bien son niveles sustancialmente superiores a un año atrás, el cierre en precios ha sido limitado.
La mayor actividad comercial se ha dado en las últimas semanas en primas, esto es, asegurar el nivel de descuento entre el precio local y el futuro de referencia en Chicago.

Fuente: El observador